El PGA Tour, principal circuito de golf estadounidense, enfrentó un año complicado en 2023 debido a su conflicto con LIV Golf. Sus ingresos cayeron un 3,6%, situándose en 1.828 millones de dólares (1.755 millones de euros), y registró pérdidas de 62,1 millones de dólares (59,6 millones de euros), un cambio significativo frente al superávit de 30,7 millones de euros del año anterior, según datos de Sportico.

El aumento de gastos, impulsado por compensaciones a directivos y costos legales, fue clave en este descenso financiero. Las remuneraciones a los miembros de la Junta, incluido Tiger Woods, quien asumió un rol en pro de la transparencia, casi se duplicaron. Además, el comisionado Jay Monahan recibió 23 millones de dólares (22 millones de euros) en compensaciones.

Por otra parte, el PGA Tour destinó 18,7 millones de dólares (17,9 millones de euros) a procesos judiciales relacionados con la salida de jugadores hacia LIV Golf. Este monto, aunque alto, representó un 10% menos que en 2022.

A pesar de las pérdidas, el circuito recibió una inyección económica de 3.000 millones de dólares (2.879 millones de euros) a principios de año, gracias a Fenway Sports Group y otros inversionistas destacados como LeBron James, Maverick Carter, Drake, Lindsey Vonn, y Arnold Schwarzenegger. Esta inversión, gestionada a través de Strategic Sports Group, busca reforzar al PGA Tour en medio de la competencia con LIV Golf y la creciente influencia saudí en el golf mundial.

De este modo, los resultados financieros de 2023 reflejan los desafíos que enfrenta el PGA Tour, tanto por la competencia directa con LIV Golf como por sus propios ajustes internos en transparencia y gobernanza.

Fuente: 2playbook